LOS GREMIOS ARGUMENTAN QUE ES URGENTE MEJORAR LA NORMATIVA PORQUE, TAL COMO ESTÁ, PUEDE SER UN RETROCESO EN PROTECCIÓN AMBIENTAL, PRODUCIRÁ UN FRENO A LA INNOVACIÓN, ADEMÁS DEL CIERRE DE PYMES QUE NO PODRÁN SOSTENER ECONÓMICAMENTE EL CAMBIO.
La presidenta de la Cámara de Comercio de Santiago (CCS), María Teresa Vial, presentó el pasado miércoles ante la Comisión de Recursos Hídricos, Desertificación y Sequía del Senado la visión del gremio sobre el proyecto de ley que pretende modificar la ley N° 21.368, en materia de entrega de productos de un solo uso (Boletín N° 15.760-12) manifestando un claro y necesario apoyo a la iniciativa en favor del cuidado ambiental.
En agosto entrará en vigencia la tercera fase de la Ley de Plásticos de un Solo Uso que prohíbe el uso de materiales desechables en establecimientos regulados a lo largo del país, cualquiera sea el elemento del que estén compuestos. Sin embargo, en marzo de 2023, los senadores José Miguel Durana y Paulina Núñez, patrocinaron un proyecto de ley -actualmente en primer trámite constitucional- para modificar el Artículo N°3 de dicha normativa, manteniendo la prohibición de la entrega de productos de un solo uso, excepto aquellos que permitan su valorización o compostaje, originados a partir de materiales distintos del plástico, o plástico certificado. Observando que se hace necesario dimensionar el impacto en términos ambientales que tendría la medida anterior, si no se corrige.
En ese sentido, Vial explicó que la ley, tal como está, no obedece a la realidad diversa de los distintos tipos de establecimientos que impacta, restaurantes, cafeterías, bares, casinos, todos de muy distintos tamaños y realidades. Por otra parte, dificulta la economía circular de algunos materiales como el papel o cartón al no permitir la valorización o compostaje, ya que prohíbe la entrega de utensilios desechables de cualquier material en la industria alimentaria, incluso si son biodegradables. Además, no aborda la diversidad del país y el desigual impacto que un mayor consumo del agua para el lavado del material que se obliga a utilizar, el que también tiene una utilidad limitada.
“Es necesario equilibrar el impacto de esta normativa en los emprendedores que ya no tendrán incentivos para crear materiales que sean más innovadores y amigables con el medio ambiente, en los pequeños y medianos comerciantes que no van a poder sostener económicamente este cambio y evitar el sobre consumo del agua que se producirá y que no es compatible con el escenario de crisis hídrica que aún existe en el país”, enfatizó María Teresa Vial.
La líder gremial explicó, además, que la Cámara cuenta con cerca de 2.600 socios diversos que tienen experiencias distintas para enfrentar este cambio. “Algunos por su naturaleza tamaño y determinación han podido cumplir con la normativa aplicando pilotos exitosos, pero otros no podrán porque amenaza su sostenibilidad financiera, impacta en sus propios caminos de producir con el menor impacto posible tanto por la imposibilidad de aplicar medidas innovadoras o por estar en zonas donde el acceso al agua no es el mismo que en las grandes ciudades. La iniciativa busca hacerse cargo de esta diversidad”.
“La modificación permitirá cumplir con el objetivo de ser responsables con la basura que producimos y en particular de los residuos plásticos cuyo uso continúa siendo prohibido. Es decir, permitirá contar con materiales de un solo uso, pero que además se puedan reciclar o compostar o con utensilios que permitan ser utilizados más de una vez.”
Por su parte, la Asociación Chilena de Gastronomía (ACHIGA) también expuso su postura en la misma comisión en diciembre pasado. En aquella ocasión, su presidente, Máximo Picallo, respaldó el propósito de la Ley de Plásticos de un Solo Uso en Chile para reducir la contaminación por plásticos y disminuir la generación de residuos. Picallo respaldó que la modificación propuesta, permite y promueve la innovación en materiales que logren mejores resultados económicos, ambientales y para los consumidores, ampliando las soluciones y los conocimientos sobre circularidad existentes, como el reciclaje.
“Esta modificación igualará la norma para consumo dentro y fuera del establecimiento con un enfoque más claro y unificado para mejorar la eficiencia, facilitando tanto la implementación como el cumplimiento de los objetivos de reducción de residuos plásticos. También es una oportunidad para promover e incentivar el compostaje industrial y regular la información que deben entregar los establecimientos que opten por utilizar materiales de un uso con características especiales”, afirmó Picallo.
Respecto del evidente aumento en el consumo de agua por lavado de utensilios de loza, vidrio u otros materiales, el líder gremial enfatizó que “es crucial que las políticas ambientales de Chile aborden de manera integral todas las implicancias de su implementación, incluyendo el impacto en nuestros recursos hídricos, para garantizar una gestión ambiental equilibrada, eficaz y coherente con la realidad nacional”.
Por último, ambos gremios se mostraron disponibles para participar de una mesa de trabajo que involucre a todas las partes interesadas en la revisión de la ley, asegurando un enfoque colaborativo, que también explore y acuerde incentivos educativos y económicos que impulsen la implementación eficiente.