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EL PROYECTO LIDERADO POR LA UNIVERSIDAD DE TALCA PERMITIRÁ DISEÑAR UNA HOJA DE RUTA PARA LA PRESERVACIÓN DE CULTIVOS DE LARGA DATA, COMO VIÑEDOS Y BERRIES. 

Una innovadora investigación busca determinar las motivaciones que llevan a los agricultores de la Región del Maule a aplicar técnicas de conservación ambiental en sus cultivos.

El proyecto, liderado por la Facultad de Ciencias Agrarias de la Universidad de Talca en colaboración con el Instituto de Desarrollo Agropecuario (INDAP), tiene por objetivo implementar un modelo de adopción de tecnologías de conservación de recursos naturales de forma participativa, para entender por qué los agricultores adoptan estas prácticas que, en algunos casos, varían de las perspectivas actuales que sostienen las autoridades gubernamentales.

Sobre la metodología del estudio, el académico de la UTalca y director del proyecto, Roberto Jara Rojas, explicó que primero se evaluará el estado actual de las prácticas de conservación para luego determinar las motivaciones y establecer su economía del comportamiento.

“Nos encontramos estudiando la adopción de tecnologías de conservación de suelo y agua. Con esa información, queremos saber en qué afecta que los agricultores tengan un mayor o menor resguardo de los recursos naturales, qué los hace más o menos interesados en su conservación y qué tan motivados están en aplicar las técnicas en el presente y futuro”.

La investigación se realiza en diversas comunas de la Región del Maule a través de talleres con agricultores de zonas facilitadas por INDAP. En los encuentros, se desarrollan juegos para evaluar cómo los agricultores asumen posibles escenarios de riesgos con relación a sus cultivos y espacios de economía experimental para determinar cuáles son los elementos que gatillan la aplicación de técnicas sustentables en su trabajo diario.

“Lo que hemos descubierto es que hay ciertas motivaciones de los agricultores que son distintas a las que tienen algunos actores del sector público en cuanto a la conservación de los recursos. Esta es la lógica de la economía del comportamiento, que se debe introducir en las políticas públicas, sobre todo en la agricultura porque el agricultor busca conservar no solo por aspectos económicos, sino también por filosofía de vida, pues quieren cuidar los recursos naturales de sus predios para futuras generaciones” señaló Jara Rojas.

CAMBIO CLIMÁTICO

En la actualidad, la agricultura ha tenido diversos desafíos producto del cambio climático, principalmente por déficit hídrico y la pérdida de la fertilidad natural del suelo, por tanto, el estudio adquiere mayor relevancia al buscar estrategias aplicadas a políticas públicas que fomenten la sostenibilidad y cuidado en el tiempo de los cultivos de larga data, como viñedos y berries.

“Es importante generar nuevos programas y mecanismos de ayuda. La dinámica de interacción que se genera entre la academia, las entidades de gobierno y los agricultores, permitirán de manera positiva aterrizar las iniciativas que nazcan en pro de nuestra región”, puntualizó Jara Rojas.