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DISTINCIÓN EN CALIDAD DE “SOBRESALIENTE” SE OTORGÓ AL EDIFICIO POR DESTACAR SU ENVOLVENTE Y ESTRATEGIAS DE DISEÑO PASIVO CAPAZ DE SOPORTAR LOS REQUERIMIENTOS CLIMÁTICOS DEL LUGAR Y LA INCORPORACIÓN DE DISEÑO Y EQUIPAMIENTO EFICIENTE DE LOS SISTEMAS QUE CONSUMEN ENERGÍA, LO QUE SE TRADUCE EN UNA IMPORTANTE REDUCCIÓN DE LAS DEMANDAS DE ENERGÍA.

Una importante y significativa distinción le otorgó recientemente el Instituto de la Construcción al Servicio de Salud del Maule por lograr altos estándares en la certificación del nuevo Hospital de Curicó, motivo por el cual lo distinguió con el Primer Lugar en Certificación de Edificios Sustentables, CES, mención Hospitales.

La iniciativa busca promover las mejores prácticas en sustentabilidad en la edificación y destacar los proyectos que han hecho un esfuerzo por certificarse, incorporando la herramienta de certificación nacional, y difundir los resultados del comportamiento de los edificios.

El edificio que cuenta con más de 109.000 metros cuadrados de superficie construida total, destaca por su envolvente y estrategias de diseño pasivo capaz de soportar los requerimientos climáticos del lugar y la incorporación de diseño y equipamiento eficiente de los sistemas que consumen energía, lo que se traduce en una importante reducción de las demandas de energía para climatización e iluminación, superior al 29%; Una gran reducción de los consumos de energía de un 36%; Una reducción de la evapotranspiración del paisajismo, alcanzando el 26% y una enorme disminución del consumo de agua potable para consumo humano del 56% y de 72% para riego.

En su proceso de certificación, el edificio del Hospital de Curicó alcanzó el nivel de Certificación Sobresaliente, superando las expectativas del mandante, es decir, el Servicio de Salud Maule, lo que es motivo de orgullo para institución. Así lo indica su Directora (S), Anette Rodríguez.

“Este primer lugar fue una muy agradable sorpresa y premio para nosotros como mandantes y en realidad para todos los que estuvieron involucrados en la construcción del Hospital, ya que el diseño de este edificio le permitió obtener el puntaje máximo en las categorías de consumo de energía y de gestión, tanto del proceso de diseño como el de construcción. Además, este edificio se destacó, por sobre otros edificios, también hospitalarios, lo que es una gran satisfacción por haber conseguido lo que en un inicio como mandante dispusimos como exigencia”, expresó la autoridad regional.

Postular a la certificación CES, a juicio de la arquitecta Carolina González, Coordinadora de los Hospitales de Curicó y Linares del Servicio de Salud Maule, fue una iniciativa para contar con una medición o certificación de todas las estrategias de eficiencia energética que el edificio requería.

“El Servicio de Salud junto con el MINSAL instauraron esta certificación como parte de las exigencias a todos los hospitales de esta última generación para justamente buscar que estos edificios se construyeran con todas las estrategias pasivas y mecánicas para que finalmente en el proceso de operación tuviéramos la posibilidad de rebajar los costos de gastos energéticos: consumos de agua, eléctrico, clima, y pudiésemos controlarlo y hacer gestión energética durante su proceso de operación y obviamente con esto, disminuir los costos operacionales ”, explicó la profesional.

De esta forma, se fijaron detalles significativos desde la concepción del diseño del Hospital de Curicó con el objetivo de hacer un uso eficiente de la energía. Es así como, por ejemplo, que en lo que respecta a la orientación del edificio se pensó desde un inicio de que las camas de hospitalización se instalaran en la fachada norte del edificio, ya que esta es la zona que presenta la mejor captación de la luz solar. A su vez, en el subterráneo (menos uno) se establecieron patios interiores que consideran luz solar, presentando mejor habitabilidad el espacio.