LA JOVEN, ORIUNDA DE SANTA CRUZ Y DIAGNOSTICADA CON ATROFIA MUSCULAR ESPINAL, POSTULÓ A LA UNIVERSIDAD DE O’HIGGINS LUEGO DE REALIZAR EL PROCESO NORMAL DE ACCESO A LA EDUCACIÓN SUPERIOR. Y ESTA SEMANA SELLÓ SU MATRÍCULA PRESENCIALMENTE.
Martina Leiva Rodríguez es la menor de 5 hermanos. A los cinco meses de vida fue diagnosticada con atrofia muscular espinal AME1, una enfermedad genética que daña y mata las neuronas motoras. Su condición la llevó a pasar sus primeros años de vida en la Fundación Josefina Martínez de Ferrari, hasta el año 2008, cuando el Ministerio de Salud inició un programa para reintegrar a los pacientes a sus domicilios, siendo una de las primeras pacientes en concretar la hospitalización domiciliaria.
Actualmente tiene 18 años. Y si bien desde los 6 meses se encuentra postrada y hoy depende 100% de un ventilador mecánico, por su parálisis diafragmática, eso no le ha impedido avanzar en la vida.
Culminó su enseñanza media, junto a su madre –Mónica Rodríguez-, gracias al apoyo psicoeducativo de la Escuela Hospitalaria Santa Cruz, y decidió avanzar un paso más allá. Dio la Prueba de Acceso a la Educación Superior y postuló a la carrera de Psicología en la Universidad de O’Higgins (UOH), meta que cumplió ampliamente gracias a sus calificaciones y un buen resultado PAES.
Su matrícula como nueva estudiante UOH se concretó esta semana, presencialmente en el Campus Rancagua de la Universidad, donde Martina pudo compartir con autoridades universitarias y jóvenes que también ingresaban a las 27 carreras que ofrece la casa de estudios regional.
“Hoy hicimos hartas cosas, conocimos varios lugares donde me explicaron muchos procesos. Y la verdad, me encantó. Estoy muy contenta, son todos súper amorosos y buena onda. La ayuda que me están ofreciendo es la esperada, la que queríamos, la que necesitaba”, explicó la joven luego de recibir el papel que la certificaba como nueva estudiante de Psicología UOH.
“Quiero empezar pronto, aprender y en cinco años titularme. También ayudar a las personas a que cumplan sus sueños, a que salgan adelante, a motivarlos y abrir la puerta a otras personas con discapacidad que también se den cuenta que se puede. Que no es imposible. Que se atrevan a hacerlo”, destacó Martina.
Su madre, Mónica Rodríguez, muy emocionada, comentó que “este recibimiento que nos hicieron fue muy lindo. Nunca nos habían recibido con las puertas abiertas de esta forma. Tanta gente, fue muy emotivo. Así que orgullosa de estar acá; tenía mis preocupaciones de acuerdo a lo que Martina quería hacer, pero se están dando todas las cosas y con mucha voluntad”.
UNIVERSIDAD INCLUSIVA
La UOH a través de la Unidad de Inclusión, perteneciente a la Dirección de Asuntos Estudiantiles (DAE), desde sus inicios busca promover el desarrollo integral de las y los estudiantes por medio de servicios y beneficios destinados a potenciar su desempeño académico y su desarrollo personal.
Desde ese ámbito, Carlos Pérez Wilson, Vicerrector Académico UOH, celebró el ingreso de Martina a la casa de estudios regional. “La Universidad se lo ha tomado con mucha alegría, con mucho entusiasmo, porque estas situaciones son las que efectivamente nos comprometen y nos permiten cumplir los compromisos institucionales que se han asumido en el área de inclusión”.
“Nuestro proyecto institucional es un proyecto inclusivo, esperanzador en el sentido de que queremos que la Educación Superior sea una realidad para todas las personas, independiente de su condición. Así que con Martina estamos muy contentos, tenemos claro que es un desafío grande y que tiene que ser resuelto de manera conjunta y colaborativa”, expresó la autoridad universitaria.
Carol Uribe Llanos, coordinadora de la Unidad de Inclusión UOH, puntualizó que desde sus inicios la UOH se declaró una universidad inclusiva, “eso significa que debemos estar preparados para recibir a todos los estudiantes que tienen la intención de formarse aquí, en nuestra casa de estudios. Hoy, recibimos a Martina muy contentos, emocionados, porque podemos dar fe que la inclusión es posible y que cualquier persona que tiene un desafío en la vida, independiente de su condición, puede hacer lo que desee. Y ese es el caso de Martina hoy”.